La huella de carbono es una forma efectiva de medir la contaminación periódica de una persona u organización. Evalúa cuántos Gases de Efecto Invernadero (GEI) son emitidos a partir de todas las actividades que realizamos, para evaluar así el impacto que ciertas prácticas o costumbres tienen para el planeta.
Para este país, hacerse cargo de la contaminación es una necesidad. Según Greenpeace, 7 de las 10 ciudades más contaminadas del continente están en Chile. Identificar qué actividades de tu día a día producen esta contaminación es el primer paso para generar un cambio.
En esta nota podrás conocer en profundidad cómo reducir la huella de carbono, de qué se tratan los GEI y por qué medir tus emisiones es el primer paso en el camino para disminuirlas y cuidar el medio ambiente.
La Huella de Carbono
Para generar cambios reales en sustentabilidad, un primer paso importantísimo es hacerte consciente del impacto que tienen tus actividades diarias en el planeta, para así poder buscar hábitos y prácticas más sustentables.
Con este fin, la huella de carbono nace como una forma de medir la cantidad de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que una persona o institución emite a través de sus actividades a lo largo de un periodo de tiempo. Conocer qué prácticas generan más emisión de GEI es importante, ya que lo que no se mide no existe y si no las conoces no las puedes mitigar.
La tierra necesita de los rayos del sol para mantener una temperatura que sostenga la vida. En condiciones normales, el exceso de energía solar debería poder traspasar la atmósfera y salir, pero la actual acumulación de GEI lo impide, causando el calentamiento global.
Estos gases, al acumularse en la atmósfera, impiden que la radiación térmica de la tierra se libere al espacio. Esta función es relevante para mantener la vida en el planeta, pero cuando la acumulación de GEI es excesiva, produce que las temperaturas suban a niveles dañinos, generando el calentamiento global.
De entre ellos, se calcula que el dióxido de carbono (CO₂) emitido por el ser humano es responsable del 53% de este fenómeno y el metano (CH4) de un 15%.
¿Cómo se mide la huella de carbono?
La huella de carbono se mide en toneladas de CO2eq (dióxido de carbono equivalente), una medida universal que permite medir todos GEI según un mismo número.
Aquí queda pendiente linkear este párrafo con el artículo de CO2eq. Tratemos de sacar ese antes para alcanzar a meter el enlace antes de enviar este.
Por ser el gas que más contribuye al efecto invernadero, el CO₂ fue tomado como referencia para evaluar el impacto de otros GEI. De esta manera, todos los distintos causados por la actividad humana GEI son transformados en una medida de CO2eq. Esto permite evaluar distintos gases según un mismo parámetro numérico y tomar las mejores medidas para mitigar su efecto.
El cálculo de la huella cambia dependiendo de si estás evaluando la actividad de una persona individual o la de toda una organización.
La huella de carbono individual
Ver la TV, ocupar un notebook e inclusive ir de compras, tiene una huella de carbono, cuyo total necesitas conocer.
¿Cómo hacer el cálculo?
Para poder determinar tu huella es necesario partir por registrar todas tus actividades a lo largo de un periodo de tiempo determinado. Cada actividad, en función de a cuánta emisión GEI se relaciona, se asocia a un determinado factor de emisión.
De esta manera, para obtener tu huella debes multiplicar la cantidad de veces que has realizado la actividad por su factor de emisión para obtener un total.
¿Dónde hacer el cálculo?
Para simplificar el registro de estas actividades y el cálculo general, existen calculadoras que automatizan el proceso y te entregan el total de CO2eq según tus actividades en el periodo de tiempo que establezcas.
¿Qué actividades considerar?
Considera prácticamente todas, así, podrás dimensionar cuánto afectan al medio ambiente pequeñas decisiones como tu alimentación diaria o el uso de dispositivos electrónicos. Sin ir más lejos, según estima el director de Small World Consulting, un celular que se utiliza apenas dos minutos al día, provocará la emisión de un mínimo de 47 kilos de dióxido de carbono durante su vida útil.
Más aún, las decisiones que tomas al momento de elegir los productos que compras tienen importancia. Por ejemplo, comprar productos extranjeros, debido a los viajes de traslado, genera una mayor huella que comprar productos nacionales.
Por otro lado, el material de los elementos que usas también es determinante. Según datos de MADE-BY, mientras que la huella de carbono durante toda la vida útil de una camisa de algodón ecológico es de 3,09 kg de CO₂, la de una de algodón regular es de 3,87 kg.
A su vez, es importante considerar el origen de los alimentos que más consumes. Por ejemplo, según cifras de Our World in Data, mientras que producir un kilo de carne de vaca genera una huella de 60 kg de CO2eq, un kilo de nueces apenas genera 0,3 kg.
La huella de carbono de una organización
Una organización, ya sea una institución del sector público o una gran industria del sector privado, también tiene una huella. Aunque el cálculo es virtualmente el mismo que el de un individuo, por la dimensión de sus actividades y los procesos que involucran, se hace bastante más complejo.
Para la medición de huella de carbono de diferentes organizaciones, existe el proyecto Huella Chile. Su misión es fomentar un trabajo progresivo por conocer y medir las emisiones de empresas que participan de manera voluntaria, y con ello obtener la información necesaria para realizar acciones de mitigación de la contaminación
Casos ejemplares
Para dimensionar los beneficios de medir la huella de una empresa, un caso notable es el del aeropuerto de Madrid-Barajas, que logró reducir en 586,1 toneladas sus emisiones. Gracias a un correcto rastreo de su huella, lograron implementar procesos que optimizaran la energía.
Localmente, Derco es la primera automotora en Chile que ha obtenido el sello de cuantificación a través del programa Huella Chile, a causa de conocer sus emisiones con el fin de mejorar en sus prácticas y participar en los siguientes pasos del programa.
Además del sello de Huella Chile, Derco tiene otros proyectos en curso para reducir su huella de carbono, como el cumplimiento de la Ley REP o la implementación de luces LED. Generando distintas acciones en varios frentes, una organización puede cambiar la manera en la que opera, pensando en el cuidado del medio ambiente.
¿Cómo reducir la huella de carbono?
Reduciendo la huella de carbono puedes combatir el calentamiento global y ayudar al cuidado del medio ambiente. Este es un esfuerzo colectivo que necesita de la participación de todos para poder ser realmente efectivo. Reducir tu emisión de GEI a través de pequeños cambios puede hacer una diferencia.
Medir cuánto impactan tus actividades al planeta te permite entender cuáles son las prácticas más contaminantes y encontrar formas más sustentables de vivir tu día a día. Existen algunas costumbres que puedes adoptar, como formas de reducir tu huella al conducir o hábitos de consumo más responsable.
Algunos consejos prácticos generales para reducir tu huella:
- Muévete en transporte público o bicicleta: evitar el uso de vehículos privados, en la medida de lo posible, puede reducir significativamente la emisión de gases.
- Reduce el uso de aparatos tecnológicos: procesos como la generación de energía eléctrica o la producción de baterías pueden generar gran cantidad de GEI.
- Seca tu ropa al sol: intenta ahorrar el gasto de electrodomésticos con tareas que puedes realizar de forma orgánica.
- Reduce tu consumo de carne: la industria ganadera es responsable de una gran cantidad de gasto de agua, uso de suelo y emisión de metano.
- Recicla tus desechos: el reciclaje ayuda a reducir el exceso de la producción y desecho de objetos contaminantes.
- Evita comprar productos que no necesitas: mientras menos productos compres, menos residuos generas.
Pasa a ser parte de la solución, ¡reduce tu huella!
Como puedes ver, si todos tomamos acciones reduciendo la huella de carbono podemos generar un esfuerzo colectivo que tiene un efecto global y que hasta puede reducir tus gastos en cuentas de luz. Si las personas y corporaciones alineamos voluntades con un mismo objetivo, podemos ser responsables, vivir en un planeta más sostenible y entregarlo a las nuevas generaciones del futuro.